Entusiasmo e implicación. El Dr. Francisco Enrile irradia pasión por su trabajo, una ilusión que mantiene intacta desde su infancia, cuando empezó a gestarse su vocación por el arte de la medicina. Siempre quiso ser médico. Mientras sus amigos soñaban con ser futbolistas o toreros, él tenía como ídolo al apuesto doctor Gannon de la popular serie Centro Médico, que se emitía en televisión en los años setenta.

Su pasión por la medicina comenzó a hacerse realidad en Sevilla, donde se licenció en Medicina y Cirugía en 1989, y posteriormente en Oviedo, donde se especializó en Estomatología (1995), Periodoncia y Osteointegración (1997) –de manos de uno de los mejores, su maestro y amigo el Dr. Sicilia– y donde finalmente se doctoró en 2003. En 1997 regresó a Huelva, su tierra, con el firme propósito de seguir ejerciendo su vocación, la práctica de la Periodoncia y la Implantología. Así nació Clínica Enrile, un proyecto innovador y ambicioso que le ha permitido expresar su concepción humana y comprometida de la medicina. Porque los médicos no son máquinas automatizadas, sino personas que tratan a personas: cada paciente es diferente del resto.

Según el propio equipo de la clínica, su empatía lo convierte en “compañero más que jefe” y su perfección, en “el mejor en lo suyo”. Y aún le sobra pasión para la práctica del deporte –running y fitness– y para disfrutar del cine en compañía de su mujer. El abrazo o la sonrisa de alguno de sus hijos es su mejor recompensa.