La actitud en esta vida lo es todo y de eso, Lucía, va sobrada. Su positividad, su predisposición y su autoexigencia la llevan a dar el 120 % en todo lo que hace. Y eso se nota; sobre todo lo notan nuestros pacientes, a los que acompaña, ayuda y trata desde que llegan hasta que se marchan de la clínica.

Siempre supo que quería ser sanitaria, como su madre. Por ello, comenzó sus estudios como auxiliar de enfermería. Y, tras descubrir la odontología entre sus materias, lo tuvo claro: lo suyo era ayudar a sonreír a los demás; así que completó sus estudios como técnico de grado superior en Higiene Bucodental.

¿Y lo que le hace sonreír a ella? También lo tiene clarísimo: su familia. En su tiempo libre, si no está leyendo, viajando o con sus amigos, esta onubense adora pasear al sol con su novio y su perro por cualquiera de los paraísos naturales que tiene esta tierra.