Es de los pocos músculos que se ejercita comiendo y no yendo al gimnasio: la lengua, también llamada la sinhueso, es un órgano hecho de tejido muscular que desempeña tareas tan importantes como hidratar la boca y los alimentos con la saliva, tragar, captar sabores y dar forma a la voz, ayudando a desarrollar el lenguaje.
Todas estas funciones de las que se encarga a diario, la convierten en un elemento indispensable para la vida. En Cínica Enrile nos hemos propuesto darle la importancia que merece, así que presta atención que te contamos todo lo que aún no sabes sobre tu lengua.
Qué es la lengua y para qué sirve
La lengua está fijada a la mandíbula y al hueso hioides desde su raíz. Es un órgano que nos permite realizar funciones básicas como hablar, comer y respirar apropiadamente. Contiene una serie de receptores o papilas repartidas de principio a fin y que cumplen distintas funciones, entre ellas, percibir y distinguir sabores: dulce, salado ácido, amargo y umami.
Además, la lengua no es un solo músculo, sino un conjunto de ellos. Unos son los responsables de su estructura y, por tanto, se encargan de la pronunciación; mientras que otros son los encargados de que la lengua se mueva como un conjunto, permitiendo que realice cualquier tarea: salivar, tragar, hablar, etc.
Anomalías y enfermedades de la lengua
La lengua suele tener unas características comunes en cuanto a su forma y tamaño, sin embargo, hay personas que registran alteraciones en estos y otros aspectos. Estos son algunos:
- La macroglosia o lengua grande es un síndrome poco frecuente que generalmente se produce junto una enfermedad congénita o como consecuencia de una enfermedad adquirida, como el hipotiroidismo. Su tamaño puede ser tan grande que puede llegar a desbordarse de la cavidad bucal, alterando el lenguaje, la masticación y dificultando la respiración, entre otras consecuencias. Su tratamiento dependerá directamente de la causa de su aparición.
- La microglasia, por el contrario, define a una lengua de pequeño tamaño. Es una afección de origen genético, poco común y que apenas presenta complicaciones. Su consecuencia mas relevante es que al no ejercer presión suficiente en las estructuras de la boca, tiene como resultado maxilares pequeños que, a su vez, pueden causar otras afecciones. Puede corregirse desde temprano con ortodoncia interceptiva.
- La aglosia se define como la ausencia total de lengua. Se trata de una afección de nacimiento que suele ir acompañada de adactilia (ausencia de dedos) y de la que se desconoce la causa. No obstante, estudios recientes apuntan a que puede ser consecuencia del uso de ciertos medicamentos durante el embarazo.
- La anquiloglosia, también conocida como frenillo corto de la lengua, es un trastorno genético que se caracteriza por un desarrollo demasiado corto del frenillo lingual, lo que puede generar grandes molestias en los recién nacidos lactantes y en sus madres, por la succión o agarre del pecho. Además, también conlleva la dificultad en la pronunciación a lo largo de la vida. La anquiloglosia se puede corregir con un procedimiento quirúrgico simple a cualquier edad.
- La lengua escrotal o lengua fisurada se caracteriza por la aparición de surcos en la superficie de la lengua, dándole una apariencia y textura arrugadas. A pesar de mostrar una apariencia diferente a la media, no suele afectar a sus funciones. Pero quienes la padecen, manifiestan una sensación de ardor al comer alimentos picantes o ácidos. Este tipo de lenguas requieren una higiene bucal más exhaustiva, ya que los surcos de la lengua son un escondite idóneo para las bacterias.
Además de las alteraciones y afecciones de origen genético, también hay otras enfermedades comunes de la lengua que se adquieren por motivos como los que te contamos a continuación:
- La lengua geográfica recibe su nombre de los “parches” irregulares que aparecen en la superficie y que le dan una apariencia similar a la de un mapa. Su origen no es infeccioso y puede deberse a diferentes causas como la falta de vitamina B, la ingestión de alimentos calientes, picantes, el estrés o el consumo de alcohol, entre otros. Es una afección molesta, que puede causar sensibilidad al comer ciertas sustancias. Su tratamiento se basa en aliviar el malestar, por eso es recomendable visitar a un especialista para que este determine cuál viene mejor en cada caso.
- Lengua vellosa no significa que esté llena de pelos, aunque lo parezca. Este tipo de lengua se crea por un agrandamiento y decoloración de las papilas filiformes que se encuentran en la superficie de la lengua y suele ser consecuencia directa de una higiene deficiente. De hecho, suele ir acompañada de mal aliento o un sabor de boca extraño. Aunque mantener una buena higiene oral puede acabar con el problema, es conveniente visitar al dentista.
- La Lengua blanca puede deberse a un exceso de saburra, una secreción mucosa espesa que se acumula en las paredes del estómago y que se reparte por todo el aparato digestivo, incluida la lengua. No obstante, la deshidratación, una dieta blanda, el uso de ciertos antibióticos, una candidiasis oral y otras muchas razones pueden hacer que la lengua se vuelva blanca. Por eso, lo mejor en estos casos es visitar cuando antes a un profesional.
- Tener la lengua amarilla, al igual que tenerla blanca, puede ser a causa de múltiples factores, como una higiene bucal deficiente, una alimentación poco saludable o el tabaco, entre muchos otros. Visita a tu dentista cuanto antes si detectas que tienes la lengua de este color, pues puede ser el primer síntoma de alguna otra enfermedad.
- La candidiasis oral es una infección de la boca producida por un hongo llamado cándida que vive en nuestro organismo y que, en determinadas ocasiones, se reproduce dando lugar a infecciones. Cuando esto ocurre, suelen aparecer lesiones blanquecinas por toda la boca, llagas o aftas la lengua, provocando una sensación de quemazón. Se trata de una enfermedad no contagiosa que ha de ser tratada cuanto antes por un profesional.
Curiosidades de la lengua
¿Sabías que la lengua es el músculo más fuerte y más flexible del cuerpo? Sorprendente, ¿verdad? Pues te contamos algunas otras curiosidades que te dejarán con la boca abierta:
- Mide una media de 10 centímetros, aunque por el mundo hay una mujer con una lengua de 16,5 centímetros (no lo decimos nosotros, lo dice el libro Guinness de los récords).
- Alberga alrededor de 3.000 papilas gustativas.
- La lengua, como las huellas dactilares, son únicas en cada persona.
- La disminución de su fuerza puede indicar la aparición de Parkinson.
- Es la parte del cuerpo que se cura a mayor velocidad.
Cuidados de la lengua
En un milímetro de saliva puede haber hasta un millón de bacterias. Además, más de la mitad de las que viven en la boca, lo hacen sobre la superficie de la lengua. Por eso, si quieres tener una boca sana al 100 %, es indispensable que la incluyas en tu rutina de higiene oral diaria.
Puedes hacerlo utilizando el cepillo de dientes normal o un raspador lingual. Basta con que coloques el cepillo lo más al fondo posible de la lengua y, con suavidad, realices un barrido hacia delante. Repite el proceso entre dos y tres veces en cada lavado.
Si sientes náuseas al hacerlo, te recomendamos que utilices un raspador lingual, que disminuye este reflejo. No obstante, poco a poco te irás acostumbrándote y dejarás de sentir esa sensación de fatiga.
Ten en cuenta que si no incluyes a la lengua en la limpieza de tu boca, corres el riesgo de padecer mal aliento (halitosis), caries, periodontitis (enfermedad de las encías) y muchas otras patologías como las que te acabamos de contar.